El mes de noviembre estuvo caracterizado por una rica y articulada serie de encuentros e iniciativas que vieron al Dicasterio para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica comprometido en un diálogo constante con numerosas realidades eclesiales, en un clima de escucha atenta y de auténtica corresponsabilidad.
Intensa actividad del Dicasterio para la vida consagrada durante el mes de noviembre
Del 18 al 22 de noviembre, la Dra. Daniela Leggio y el P. Vincent Hanicotte, c.c.n., participaron en la Asamblea General de la CORREF, la Conferencia de religiosos y religiosas de Francia, celebrada en Lourdes. La presencia del Dicasterio favoreció un intercambio abierto y constructivo sobre los desafíos y las oportunidades que caracterizan actualmente la vida consagrada en el país, poniendo de relieve los procesos de renovación en curso.
El 20 de noviembre, en Roma, el Comité Ejecutivo de la Union des Conférences Européennes de Supérieurs/es Majeurs/es (UCESM) —integrado por el P. Janis, la Hna. Olena, la Hna. Angela y el P. Mark-Robin— se reunió con la Hna. Simona Brambilla, Prefecta del Dicasterio, acompañada por la Hna. Tiziana Merletti, Secretaria, y la Subsecretaria, Hna. Carmen Ros Nortes. El diálogo, cordial y profundo, permitió reflexionar sobre las perspectivas futuras de la Unión y sobre las modalidades más adecuadas para fortalecer la colaboración con el Dicasterio. El encuentro concluyó con la invitación a la Asamblea General, que se celebrará en abril de 2026 en Croacia, sobre el tema: La vida religiosa y las culturas – consecuencias para nuestra vida y nuestra misión.
Del 22 de noviembre al 2 de diciembre, por invitación de la Conferencia Episcopal de Cuba y de la CONCUR (Conferencia Cubana de Religiosas y Religiosos), el cardenal Ángel Fernández Artime, S.D.B., y la Dra. Daniela Leggio visitaron las diversas realidades de la vida consagrada presentes en la isla. Los encuentros con comunidades, institutos y personas consagradas, comprometidas en los más diversos ámbitos pastorales, se desarrollaron en un clima de escucha atenta y de fraterna puesta en común de las experiencias, favoreciendo un diálogo abierto sobre los desafíos cotidianos y destacando la belleza y la esperanza que, aun en la compleja y difícil situación del país, sostienen el servicio cotidiano de las comunidades.