
El sábado 1 de febrero de 2025, víspera de la fiesta de la Presentación del Señor en el Templo, con ocasión del Jubileo Nacional de la vida consagrada, se reunieron en Escútari numerosos consagrados y consagradas de todas las partes del país, donde, en la variedad de carismas y servicios misioneros, son presencia del rostro universal de la Iglesia.
Iluminados por el testimonio de los mártires albaneses, víctimas de la persecución de la Iglesia católica durante el régimen comunista, peregrinaron a diversos lugares de la ciudad vinculados a su martirio. Los testigos de la fe que dieron su vida en Albania tienen hoy una palabra que decir a la vida consagrada: son una invitación a caminar con la certeza de ser siempre consolados por el Señor en los distintos momentos de la vida, a no dudar de su presencia, a perseverar en la fidelidad, que es el signo de los fuertes, y a ser siempre y en todas partes testigos de la esperanza que no defrauda.
La procesión con las candelas encendidas, el paso por la Puerta Santa y la Celebración Eucarística presidida por S.E. Mons. Giovanni Peragine, B., Arzobispo de Escútari-Pult, fueron el culmen de la peregrinación matutina.
El Jubileo fue también un hermoso testimonio de comunión eclesial gracias también a la presencia de los Obispos de Albania, del Consejero de la Nunciatura Apostólica, de la Conferencia Albanesa de Superiores Mayores (K.Sh.E.L.) y de dos representantes del Dicasterio para la vida consagrada.