Testimoniar la esperanza

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Hoy, 4 de febrero de 2024, concluyó en el Vaticano el encuentro de preparación al Jubileo de la Vida Consagrada. Inició la jornada la celebración eucarística en la Basílica de San Pedro, presidida por el Cardenal João Braz de Aviz, Prefecto de la DIVCSVA. Recordando la fe inquebrantable de Job, el cardenal instó a los hombres y mujeres consagrados a mantener viva la esperanza en cada ocasión.

Después de una breve pausa, la reunión continuó en el Aula Nueva del Sínodo. En un clima meditativo, las dos moderadoras, Anne Chapell, SSCJ y Anne Marie Grapton, S.P., narraron los frutos recogidos en estos intensos días de reflexión, intercambio y peregrinación. Diversas expresiones artísticas enriquecieron el momento, interpretando con creatividad la experiencia vivida. Un dibujo resumen presentó las cinco actitudes más sentidas entre los consagrados: agradecer, ser humilde, pedir fe y amor, ser alegre, inspirar con el testimonio, ser presencia.

Sor Simona Brambilla, Secretaria de la DIVCSVA, en su intervención recordó los tres verbos que caracterizaron los tres días anteriores del encuentro: creer, crecer, caminar. Verbos que involucran cuerpo, mente, entrañas, todo sobre nosotros mismos. Puedes creer cuando te adhieres y amas. Es posible crecer aceptando opciones y dejando otras. Podemos caminar porque sabemos movernos y convertirnos. Fortalecidos por el abrazo amoroso de Dios y la conversión personal, podemos afrontar el camino del testimonio.

En la oración del mandato todos los consagrados y consagradas se comprometieron a ser testigos de esperanza en los caminos de la paz una vez que regresen a sus países. Los esfuerzos caritativos que surgieron de este encuentro -dar testimonio, atreverse a caminar más allá de las fronteras, emprender caminos sinodales, convertirse en espíritu, abrirse a las cosas nuevas de Dios, ser creíbles en el anuncio del Evangelio- trazan el camino de los próximos meses en preparación para el jubileo.

El encuentro finalizó en la Plaza de San Pedro para participar en el esperado Ángelus dominical del Papa Francisco.

04 febrero 2024