Visitas ad limina: Obispos de Namibia, Malí y Lesotho
En noviembre, los Obispos de las Conferencias Episcopales de Namibia, Malí y Lesotho acudieron a Roma en visita Ad Limina a la Santa Sede y, con este motivo, participaron en dos reuniones en el Dicasterio para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de cida cpostólica. Los Obispos de Namibia y Lesotho vinieron el 7 de noviembre de 2024, y los de Malí el 11 de noviembre de 2024.
Estas ocasiones permitieron a los representantes de las tres Conferencias Episcopales ilustrar la situación de la vida consagrada en sus países, subrayando su contribución esencial a la misión de la Iglesia y a las necesidades de la sociedad.
La vida consagrada en Malí
La vida consagrada en Malí se articula a través de la presencia de 29 Congregaciones - 25 Institutos Religiosos Femeninos, 3 Institutos Religiosos Masculinos y una Sociedad de Vida Apostólica - que tienen 87 casas religiosas en el país. Los consagrados y consagradas participan activamente en la educación, la sanidad, la promoción social y la pastoral.
La realidad de Namibia
En Namibia, los consagrados y consagradas trabajan en diversos sectores, como la educación y la asistencia social. La CORLIN (Conferencia de Líderes Religiosos de Namibia), reúne a las 13 congregaciones femeninas y a los institutos masculinos. Constituye un órgano de comunión que colabora con la Conferencia Episcopal para abordar los retos de la realidad social del país y promover una mayor coordinación de las actividades pastorales.
La situación en Lesotho
La vida consagrada en Lesotho está representada por 5 congregaciones masculinas y 11 femeninas. Las consagradas son particularmente activas en más del 80% de las parroquias del país, contribuyendo a las actividades pastorales y sociales. La Conferencia de Superiores Mayores de Lesotho coordina las actividades de los Institutos y trabaja en estrecha colaboración con la Conferencia Episcopal, abordando cuestiones relacionadas con la educación, la salud y las relaciones interreligiosas.
Una visión común
Estos encuentros reafirmaron el valor de la vida consagrada como elemento vital para la evangelización y el desarrollo humano en los tres países y signo concreto de la presencia de la Iglesia en las realidades locales.