A las comisiones nacionales para el Jubileo de la vida consagrada

Carta Jubileo de la vida consagrada

Vaticano, 12 de septiembre de 2024

A las comisiones nacionales para el Jubileo de la vida consagrada
A través de los Presidentes de las Conferencias de Superiores Mayores

 

Después de la rica experiencia de compartir y de profundizar vivida aquí en Roma con algunas y algunos de vosotros en el pasado mes de febrero, retomamos con alegría el camino hacia el Jubileo de la vida consagrada del 2025. Son dos las etapas que nos esperan:

  • El Jubileo nacional de cada País individualmente, que hemos propuesto para que coincida con la jornada para la vida consagrada, el 2 de febrero de 2025.
  • El Jubileo mundial, que tendrá lugar en Roma del 8 al 12 de octubre de 2025.

 

Nos gusta imaginar que vuestro colaborar juntos hacia el Jubileo Nacional, según el mandato consignado en febrero (en adjunto), esté proyectado no tanto a programar grandes encuentros, sino más bien a poner en marcha procesos que promuevan la cultura de la paz, de la solidaridad, del cuidado recíproco. Todo esto partiendo de lo concreto de la vida cotidiana que os circunda, de las luces y de las heridas a la unidad que atraviesan a vuestra sociedad, a la Iglesia, a vuestras comunidades de pertenencia, a las mismas personas. Sería hermoso si en la celebración del 2 de febrero de 2025 se encontrara la manera de hacer confluir el camino hecho, como agradecimiento, testimonio y compromiso.

El horizonte lo encontramos en las palabras del Papa Francisco en la Bula de Convocación del Jubileo: será un Año Santo caracterizado por la esperanza que no tiene ocaso, la de Dios. Es ésta, en efecto, el ancla que hace seguro nuestro peregrinaje por los caminos de la paz.

 

Peregrinaje y ancla, dos términos que pueden parecer en antítesis, uno expresando movimiento y el otro estabilidad, pero que en realidad evocan la fuente y la fuerza de la fe:

  • El peregrinaje remite a un movimiento que nos lleva a nuestra identidad de criaturas que todo reciben y se reciben de Dios; un movimiento que, justamente porque realizado juntos, nos conduce al hecho de ser todos hermanos y hermanas, porque somos todos hijos de Dios.
  • El ancla representa el lazo sólido, profundo, indisoluble, visceral con el seno de Dios, con Aquel que nos ha amado primero y que se ha dado a sí mismo por nosotros.

Continuando el compartir, que ha caracterizado desde el comienzo este itinerario, os proponemos encontrarnos online, a través de la plataforma Zoom el jueves 17 de octubre de 2024 a las 9:30 hs. o a las 16:00 hs. (horario de Roma). Será la oportunidad para conocer los pasos dados hasta ahora y los futuros, relativos a:

  • Las comisiones para el Jubileo: su constitución y su composición.
  • Los ámbitos que habéis puesto al centro de vuestra atención (compromiso con los “últimos” – escuchar el grito de los pobres; cuidado y custodia de la creación – tutela del ambiente; fraternidad universal – solidaridad; otros...).
  • Eventuales pasos de programación: fechas, proyectos, iniciativas, destinatarios...

 

Cada uno podrá elegir a qué hora participar (según el huso horario), pero es necesario inscribirse, completando el formulario a la siguiente dirección: (formulario cerrado)

Poner en red vuestros proyectos será una gran riqueza, podrá sostener a quien está en los comienzos de la programación, sugerir ideas, o simplemente dar a conocer las diversas realidades. Juntos podremos también entrever cómo hacer resplandecer este mosaico de la paz que estáis construyendo a través del camino hacia los jubileos nacionales del 2 de febrero del 2025, de manera que sea un signo de esperanza no sólo para la vida consagrada, sino también para quien está a nuestro lado.

 

¡Un cordial saludo con el augurio de paz y bien!

João Braz Card. de Aviz
Prefecto

Sra. Simona Brambilla, MC
Secretario