Durante el Jubileo de la Vida Consagrada, celebrado en Roma del 8 al 12 de octubre de 2025, en el Aula Pablo VI se presentaron varios proyectos intercongregacionales: historias de servicio, de cuidado y de fraternidad nacidas del deseo de vivir juntos el Evangelio. Estas experiencias muestran que la misión compartida no es solo un ejemplo para admirar, sino un camino a recorrer.
Este camino de colaboración y comunión pone de relieve que, cuando trabajamos unidos, podemos responder con mayor eficacia a las necesidades de nuestro tiempo: los carismas se enriquecen y potencian entre sí, y la respuesta de la vida consagrada se vuelve más fecunda y significativa.
En este proyecto, la vida consagrada se deja interpelar por el dolor y la esperanza de quienes viven en la precariedad. Las comunidades implicadas ofrecen espacios donde la acogida se traduce en dignidad y el acompañamiento en auténtica promoción humana. Aquí, el amor preferencial de Cristo por los pobres se vuelve presencia concreta, abriendo caminos nuevos de inclusión y de esperanza.